ARTíCULOS | ||||
Parábola de los Talentos |
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Un comentario a la parábola en Mt 25:14 |
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Esta parábola es parte de las Escrituras finales del Evangelio de San Mateo, y está en la porción del Evangelio que toca los siguientes temas:
Es una parábola para nuestros tiempos, es una parábola profética para los tiempos finales antes de la segunda venida de Jesucristo. En esta parte es donde la Biblia explica que una dispensación ha llegado a su fin, y que una nueva y distinta está comenzando. Jesús indicaba que un tiempo había terminado. Las palabras del Señor en sus días finales sobre la tierra señalaban el fin del tiempo del obrar del Espíritu Santo "desde afuera" de los hombres, lo cual era ciertamente espectacular, pero inefectivo en conseguir que los hombres fuesen transformados. Como ejemplo, recordemos: Los muros de Jericó caen por el poder de Dios, sin embargo Dios, quien desea estar en medio de Su pueblo, debe morar en una tienda separada de los hombres.S aúl es súbitamente contado entre los profetas, pero su persona no cambia, y finalmente es desechado. Sansón recibe fuerza de parte de Dios, pero vive la vida a su manera. Empezaba el tiempo en que el Espíritu Santo moraría EN los hombres. El poder de Dios comenzaría a manifestarse desde adentro del hombre. Primero transformaría a la persona, para después, desde la persona cambiada, exteriorizar el fruto del Espíritu Santo que moraría en ellos.La transformación continuaría hasta que Su Hijo se formase en los hombres. Cristo en nosotros. Estas son las palabras de la parábola:
¿Qué son las parábolas? Nos será útil recordarlo, porque si esa historia tiene que ver con nosotros, y nos parece claro que "el hombre que se fue lejos" estaría representando a Jesús, los siervos y los talentos deben tener también algún significado que nos conviene comprender. En el Evangelio de Mateo, tras terminar Jesús la parábola del sembrador, agrega esta frase: "El que tiene oídos, que oiga." El Señor respondió lo siguiente:
¿Qué son las parábolas? Son revelaciones de los misterios del Reino de Dios que tienen poder para CONVERTIR y SANAR al corazón que las abraza, pero que están expresadas en un idioma que solamente corazones sensibles a Dios pueden entender. Quiera Dios darnos oídos HOY para oír lo que el Espíritu habla a la Iglesia. Permítame compartir lo que he observado de esta parábola: Encuentro que esta Parábola se puede dividir en siete secciones, cada parte ofreciendo información inprescindible para el cristiano.
Sección 1 - JESÚS ES ESE HOMBRE QUE PARTIENDO LEJOS DIO BIENES A SUS SIERVOS
Debido a que tras nuestras espaldas tenemos 2007 (NOTA: Fecha en que fue predicado este mensaje)(+3 = 2010) años desde la primer venida de Jesucristo y conocemos mucho de la historia desde esos días hasta hoy, de estos dos pasajes podemos entender que Jesús estaba explicando lo que iba a ocurrir en los próximos años y edades que seguirían. Otras Escrituras amplían el tema, presentando este mismo concepto. (He extraído estas Escrituras para resumir donde hallamos el paralelismo con las palabras de la parábola, pero a pesar de la ausencia de su contexto, la esencia de lo agrupado continúa en línea con las Escrituras). Leamos:
El paralelismo con el inicio mismo de la parábola nos indica:
Sin embargo, antes de seguir necesitamos definir dos expresiones que vimos al principio, los "talentos" y los "siervos", para entender de qué habla la parábola. Y necesitamos asegurarnos si esto es para otros o si es para nosotros. Ya aclaramos que en el mundo natural estos son varios kilos de plata y que los servidores son siervos de un señor. Ahora intentemos entenderlos desde la perspectiva divina, o espiritual, obteniendo nuestros datos de esta historia. Talentos Pedro, hablando a la multitud en Pentecostés, repite las palabras de Joel que dicen: "SOBRE MIS SIERVOS Y SOBRE MIS SIERVAS DERRAMARÉ DE MI ESPíRITU". Este texto podría confirmar que no estamos errados al considerar que lo que está representado por los talentos es el Espíritu Santo, pues es lo que dio a Sus siervos. En Efesios 4:8 se hace referencia a palabras del Salmo 68:18, en el cual se menciona que Él, luego de cautivar la cautividad "dio dones a los hombres". Estaríamos tentados a pensar que hay otras cosas que Jesús dio además del Espíritu Santo; sin embargo, por un lado, los dones son "del Espíritu", es decir, no son elementos sueltos. Por otro lado, los estudiosos reconocen en estas palabras que se está mencionando al Espíritu Santo mismo, junto a lo que Él trae consigo. Siervos ¿Debemos considerar "siervos" de Jesucristo solamente a los 12 apóstoles, siendo que las Escrituras constantemente los mencionan a ellos como "sus discípulos"? Creo que no son solamente ellos los siervos de que habla. Ciertamente ellos fueron los doce escogidos por Jesús para la tarea específica del apostolado de esos primeros días, pero las Escrituras denominan "discípulos" a los que seguían (y siguen) a Jesús. En el aposento alto de Pentecostés, según Hch 1:15 había 120 personas. Y sobre todos ellos cayó el Espíritu Santo. Y cuando Pedro termina su discurso ante la multitud, sucede esto:
Tres mil personas se añadieron. Quizá no todas recibieron al Espíritu Santo, pero este pasaje nos enseña que si el Espíritu Santo cayó sobre muchos de ellos, entonces ciertamente no se considera "siervos" solamente quienes se ocupan del trabajo eclesiástico, como pastores, evangelistas, maestros, profetas o apóstoles, sino que abarca al cuerpo creyente en su totalidad. Veamos otros pasajes:
Concluimos que la expresión "siervos" utilizada en el Nuevo Testamento corresponde a todos aquellos que han creído en la obra del Señor Jesucristo en la cruz, y recibiendo la salvación, siguen adelante en obediencia a Él para dar fruto y gloria al Padre. "Siervos" somos todos los redimidos por el Cordero de Dios, sin importar si cumplimos con alguna obligación en la Iglesia o no. El hecho de ser creyentes nos hace "siervos". ¿Qué representan los talentos de plata de la parábola? - Al Espíritu Santo. Sección 2 - PARA TODOS Y CON PROPÓSITO
Todos Observemos que los tres siervos recibieron. Ninguno quedó sin recibir. La parábola no aclara cuantos siervos tenía este señor que se iba lejos. Sólo dice: "Llamó a sus siervos...". Podemos imaginar que solamente tenía estos tres siervos, o que estos tres eran sus capataces, y que había más gente. No lo sabemos, pero sí explica que a cada uno le dio "conforme a su capacidad". Es decir, que quienes reciben, TIENEN CAPACIDAD (mucha o poca, no importa) para hacer algo con ello. Después de Pentecostés, Hechos nos cuenta varios casos más en los que el Espíritu Santo fue dado: La conversión de Saulo, Hch 9:17, Pedro en la casa de Cornelio, Hch 10:44-45, Pablo en Efeso, Hch 19:1-7. Obviamente, el Espíritu Santo no venía sobre todos. Parecería que entonces uno podría eventualmente excusarse diciendo: Bueno, no es para mí... A mí no me fue dado nada... Esta parábola no me toca... Pero una de las Escrituras que leímos antes, muestran a Pedro siendo muy claro en cuanto a que todos están (¡estamos!) habilitados para recibirlo:
¿Podría ser acaso que el Espíritu Santo es algo que Dios espera que recibamos? ¿Y que nos llama a recibirlo? Si es así (y a mí me parece que es así), entonces lo que dice esta parábola ¡es para todos! ¡Al ser redimidos por Jesús el Cristo estamos también capacitados para recibir talentos! Sabían que debían hacer algo con ello "Enseguida fue…" No esperó. Tenía en claro que lo recibido era para cumplir un propósito. Entendía que el valor de lo que se le había entregado era para obtener más valor de lo mismo. Lo que habían recibido no era de ellos El tercer siervo, si bien hizo diferente, nos deja en sus versos otro detalle. Dice: "Escondió el dinero de su señor". No hizo lo correcto, pero sabía bien que -aunque se lo habían dado, aunque lo tenía él- ese talento no era suyo. No podía usarlo a su antojo. Lo tenía él, pero ese talento seguía siendo de su señor. Sección 3 - EL PREMIO A LA DEDICACIÓN
El dueño de los talentos regresa Los tres siervos sabían que regresaría. Sabían que inevitablemente sucedería. No tenían idea de cuanto tiempo debían esperar su regreso, pero sabían que volvería. Sabían que debían rendir cuenta por lo que recibieron Tenían en claro que ese día sería necesario confrontar al dueño de los talentos para mostrar si habían actuado responsablemente. Tendrían que dar cuenta de qué habían hecho con lo recibido. En ese momento, lo único valedero sería mostrar resultados. Sabían que los talentos recibidos eran para hacerlos trabajar La disposición a presentarse ante el señor cuando éste regresó y las palabras de los siervos demuestran que tenían en claro que habían recibido esos talentos con el propósito de ganar más usándolos. Y la actitud del tercer siervo nos indica que también había riesgo de perderlos. Debían regresar todo al dueño, el capital recibido y las ganacias obtenidas Nada era de ellos; ¡todo debían devolver! Y durante todo el tiempo de la ausencia del dueño, a ninguno se le cruzó por la cabeza que sería recompensado por hacer lo que se esperaba que hiciera. Eran siervos. No fue por un premio futuro que hicieron el trabajo, sino simplemente porque debían hacerlo. A los siervos que produjeron - Entra en el gozo de tu señor Fue solamente después de haber entregado a sus pies lo recibido y lo ganado que el señor les dio recompensas. Haber actuado responsablemente con los bienes de su señor les concedió la gracia de ser invitados a participar de la intimidad del señor, a participar con él de lo suyo. No lo habrían recibido si hubiesen tenido en poco el valor de lo que les fue dado. Sin embargo, ¡la mayor sorpresa fue al final! El proceso de trabajar con los bienes recibidos había sido la prueba para conocer si cumplirían la voluntad del señor. Su fidelidad fue recompensada convirtiéndolos en dueños de lo que habían obtenido para su señor. Sección 4 - LA CANTIDAD NO PARECE SER IMPORTANTE
No hay una explicación a esto, ni una deducción siquiera; solamente se logra observar que en los pensamientos de Dios no es la cantidad lo que pesa. El señor había dado a cada siervo de acuerdo a su capacidad. Y no pedirá más de lo que la capacidad del siervo logre conseguir. Sección 5 - EL SIERVO QUE NO PRODUJO
Excusas Presentó explicaciones respecto de por qué no hizo lo que debía haber hecho (invertir), y de por qué hizo lo que no debía hacer (esconder). Si hemos de ser sinceros, casi nos convence... ¿Será porque nosotros también somos dados a presentar excusas? Sin embargo, las obras pesaron más que las palabras. No actuó como su señor esperaba. No se movió conforme al deseo de su señor, sino conforme a sus propios criterios. Hizo distinto. Siguió sus propios razonamientos (con lo ajeno), actuó según su propia voluntad, de la manera que a él le pareció más segura para sí mismo, en vez de hacer lo que quería el señor. Y después pensó que podría explicarlo convincentemente. Pues... no pudo. No es suficiente devolver lo que se recibió El señor no admitió que su dinero hubiese sido resguardado. No admitió que se hubiese escondido. No admitió que no se lo hubiera ingresado al circuito productivo. Por más loable que esto parezca desde el punto de vista del siervo, aparentemente cuidadoso (¿del dinero o de sí mismo?), la desobediencia pesó más . Al dueño no le cae bien que sus siervos hagan con sus bienes lo que quieran. Él espera que con lo que es suyo se haga lo que él dice. No aumentarlo está mal La falta de uso está mal. Aunque sea un poco, pues no se establecen cantidades mínimas a ganar; pero lo recibido debe ser invertido en alguna manera para que produzca algo. Aunque lo trabajen otros; aunque sea indirectamente, pero debe crecer. Los talentos tienen capacidad en sí mismos para producir más. "En tierra" Que Jesús al relatar esta parábola no dice solamente "lo escondió", sino que agrega el detalle que lo había escondido "en la tierra" (algo en cierto modo inusual), nos indica un posible simbolismo en esto. En las Escrituras, "tierra" es figura de "lo humano", del hombre natural, de la debilidad del hombre. Si atendemos a ese simbolismo, este siervo guardó el talento "en su tierra", (y no en la tierra de la acción), quizá para disfrutarlo sólo él, quizá para destacarse entre los demás diciendo "Yo también tengo un talento" como quien ha recibido el don del Espíritu Santo y presume diciendo "¡Yo también soy uno de los que lo poseen!", quizá´por ignorar cómo invertirlo. La actitud de este siervo lo puso en la categoría de MALO y PEREZOSO No ocuparse en que las capacidades del talento se desarrollen, no permitir que el valor de ese talento se expanda a través de su uso, es considerado maldad y pereza. "Malo" en este caso significa: "de corazón falso". Si releemos el principio de la historia observamos que el señor, tras llamar a sus siervos, les "encomendó" sus bienes, y a cada uno le dio según su capacidad. De lo cual entendemos que este siervo tenía posibilidades de hacer algo, pues sino no habría recibido ningún talento. Pero no hizo nada en favor del crecimiento del talento, sino que actuó más bien en preservar su propio pellejo, ante la eventualidad de pérdida. Pero no es solamente que no se ocupó del crecimiento del dinero de su señor. "Encomendar" (el señor "encomendó" sus bienes a sus siervos) implica "cuidar". Y "cuidar" ¡es una acción! El diccionario lo explica con estas palabras: Poner atención y solicitud en la ejecución de algo. En la ejecución de algo. Alguno buscará ayudar diciendo: ¡Enterrarlo es una manera de cuidar que no se pierda! Comparemos la situación de este modo: Que el señor, en vez de dejarles kilogramos de plata, les hubiera dejado su ganado, sus hortalizas y sus árboles frutales, y este siervo enterró todo para devolverlos tal como los había recibido. Esconder para proteger u ocultar para preservar aquello que tiene capacidad para desarrollarse, no es correcto con las cosas de Dios. Sección 6 - LA PÉRDIDA PRIMERA
Quítenle Al esconderlo bajo tierra, obviamente no lo usó. Según dijo, no quería arriesgarse a perder lo que se le había confiado, de manera de poder devolverlo todo con total seguridad. Mas el dueño no consideró la situación del mismo modo que él. A los demás que incrementaron lo recibido, los recompensó regalándoles los talentos que les había confiado, y también la ganacias. Sección 7 - LA PÉRDIDA SEGUNDA
Siervo inútil No haber usado lo recibido del señor lo puso en la categoría de "inútil", pues en verdad, no le sirvió al señor. Sí, era un siervo y tenía capacidades, pero no servía porque no las usó. Y un siervo que no sirve no es siervo aunque tenga ese título, así que perdió todos los derechos que le hubieran correspondido. ¡Échenlo! Por no haber usado el talento del señor, no solamente perdió los casi 22 Kgs de plata (más alguna ganancia adicional que el señor le hubiese regalado), sino que además fue expulsado de la casa, pues allí vivía, dentro de la propiedad de su señor; perdiendo también las bendiciones diarias que disfrutaba hasta ese momento. El señor no lo quería más entre los suyos. Pero,...¿ a dónde va uno que es expulsado? Los términos usados por la Escritura: "las tinieblas de afuera" son palabras que otros pasajes usualmente utilizan para expresar las miserias de los condenados al infierno. Si esto implica que se puede ser expulsado del Reino de Dios, no estoy en condiciones de asegurar. ¿QUÉ ENSEÑANZA QUE NOS DEJA ESTA PARÁBOLA? Que los creyentes en Cristo Jesús somos sus siervos. Nuestro Señor prometió que tras regresar al cielo nos enviaría Su Espíritu Santo. Conforme a su promesa, lo derramó sobre muchos de nosotros. Los siervos que han recibido el Espíritu Santo deben actuar de tal modo que se obtengan frutos del Espíritu; debe haber tal unión del creyente con el Espíritu Santo, que los beneficios aparezcan. Ser siervos implica "servir" y si a ello se agrega recibir el Espíritu Santo, eso trae consigo LA GRAN RESPONSABILIDAD de DAR FRUTO. No dice que debemos ganar una cantidad determinada, pero no debe ser "guardado". En la parábola del Sembrador la tierra da fruto a 30, a 60 ó a 100 por uno; así también aquí es según la capacidad de cada uno. Si se camina con el Espíritu Santo algo se agregará al Reino de Dios. ¿Cuánto? Lo decidirá Dios a medida que vayamos caminando. Si no se da fruto a pesar de haber recibido la semilla, esa tierra será desechada (aunque por algún tiempo tuvo un talento guardado dentro de ella). Si hemos recibido Su Espíritu Santo, pero Él no se desarrolla, no se expande, no crece, no se lo ve, sufriremos mucha pérdida. El dueño de los talentos, (el dueño de ese Espíritu Santo) sabe que con esos talentos de plata (con el Espíritu Santo) se pueden obtener ganancias (beneficios que se suman al Reino de Dios). Si el siervo que lo recibe no se ocupa en ello, será considerado inútil, y perderá todos los derechos de siervo. Y será arrojado a las tinieblas de afuera (aunque un día tuvo al Espíritu Santo en su corazón). ¿Existe la posibilidad de que habiendo recibido el Espíritu Santo se podría al final ser desechado? Las últimas dos oraciones parecen opuestas a aquellas palabras del apóstol cuando afirmaba que el Espíritu Santo es las "arras" de nuestra herencia, indicando que haberlo recibido es nuestra garantía de que la herencia y la salvación nos serán entregadas. A mí el tema me dejó pensando... ¿No será que el camino estrecho es verdaderamente estrecho? Creo con toda mi alma que el Espíritu de Dios en nuestros corazones es nuestra garantía de salvación, mas al analizar la parábola de los talentos como la acabo de compartir con Usted, pienso que esto se cumplirá... ¡Sólo si le permitimos A ÉL crecer en nuestras vidas! |